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Contraseña del Wi-Fi: Aumenta la seguridad de tu red doméstica

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Cuando se instala un router en casa, lo habitual es que venga con una pegatina en el lateral o la parte inferior en la que, entre otros, informa del nombre de la red Wi-Fi y de su contraseña predeterminada. Aunque esta clave es exclusiva y combina números y letras en mayúscula y minúscula para garantizar la protección, ya hay aplicaciones cuya finalidad es adivinar las contraseñas Wi-Fi a base realizar combinaciones con los mismos patrones que emplean los fabricantes para generar las claves. Por eso, una buena opción para reducir riesgos es modificar la contraseña; eso sí, siempre poniendo especial atención para fortalecerla aún más.

Dónde acceder para cambiar la contraseña Wi-Fi

Para llegar a las opciones de configuración del router basta con teclear en la barra superior del navegador de un ordenador conectado a la red la dirección IP 192.168.1.1 o 192.168.0.1; válida para cualquier modelo de router y cualquier operador. A continuación, se pulsa ‘Enter’ y el navegador localizará automáticamente la web de para gestionar el dispositivo.

Nada más abrirse, esta interfaz pide los datos de acceso del aparato (puede ser el nombre de usuario y la clave o únicamente la contraseña), y si esta información no aparece en la etiqueta que acompaña al router, es posible que se encuentre en una tarjeta aparte o en los documentos que se entregan al contratar el servicio de Internet. De no ser así, lo mejor es contactar con el operador para que ayude en esta tarea. Lo más habitual es que sea ‘1234’ o ‘admin’: esta contraseña también se puede cambiar. 

Contraseña Del Wi-Fi

Una vez se accede al menú de configuración, sólo hay que acudir a un apartado cuyo nombre se asemeje a ‘Ajustes de Wi-Fi’, porque en él se encuentra toda la información relativa a la red: nombre, cifrado de seguridad y contraseña del Wi-Fi. Llegados a este paso, únicamente queda cambiar la clave usando una combinación de números, símbolos y letras, tanto en mayúsculas como en minúsculas. El objetivo: crear un muro de seguridad que proteja en todo momento el acceso a la conexión y, además, evite que cualquier movimiento que se realice con los dispositivos de casa quede expuesto a posibles hackeos.

Además, y en el caso de que el operador con el que se ha contratado Internet disponga de una aplicación para gestionar el servicio, es probable que algunas opciones de la conexión Wi-Fi, como variar la clave, se puedan configurar mediante la app, identificándose para ello con las credenciales asignadas.   

Como precaución extra, es aconsejable sustituir también el nombre de la red inalámbrica (SSID) que viene predeterminado por uno particular.

Otros elementos de seguridad

Además de la contraseña, hay otros parámetros que se pueden modificar desde la página de ‘Configuración’ del router que contribuyen a aumentar la seguridad. Uno de los que más ayuda a proteger la conexión inalámbrica es la encriptación o, lo que es lo mismo, el cifrado de los datos privados que se envían. En este caso, es fundamental fijarse en si el dispositivo presenta WEP o WPA, que son protocolos menos seguros, y cambiar a WPA2, que reduce el riesgo de ‘ataques’ e intromisiones indeseadas.

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