El asesoramiento de un experto en este proceso será de gran importancia para conocer las mejores fórmulas para realizar las transacciones.
La adquisición de obras de arte ha existido desde hace siglos y es una fórmula de inversión disponible para todos los presupuestos. En muchas ocasiones, quizás en la mayoría, la adquisición de una obra de arte se realiza tan solo por el gusto de tenerla, coleccionarla y disfrutarla. No obstante, no podemos obviar que existe un público inversor cuyos movimientos están exclusivamente orientados a la obtención de rentabilidad. Este aspecto del arte nos lleva a considerar cuáles serían los criterios correctos para invertir adecuadamente en arte. ¿Es necesario saber de arte? ¿Son válidos los gustos estéticos de forma exclusiva? ¿Qué puntos habría que valorar antes de realizar una transacción?…
Cuando hablamos de arte y su valoración, siempre hay dos condicionantes presentes, una primera valoración subjetiva sobre el objeto de arte del que se trate y otra más racional u objetiva. Si bien ya tenemos fórmulas en el mercado que permiten que las obras de arte coticen como un activo financiero más, todavía queda recorrido en este campo. Sin embargo, sí que se cuenta con fórmulas de valoración vinculadas con un conocimiento profundo del mercado, que nos pueden llevar a alcanzar un importe bastante objetivo para las piezas. El asesoramiento de un experto en este proceso será de gran importancia para conocer las mejores fórmulas para realizar las transacciones, así como las tendencias del mercado. Un profesional tiene la capacidad de analizar la obra desde todos los puntos de vista.
¿Qué debe tenerse en consideración para hacer una correcta inversión?
En primer lugar, hay que destacar que el arte no es una inversión exenta de riesgos y, cuando su objetivo no es el mero disfrute estético, será necesario analizar los factores de riesgo que podrían presentarse ante este tipo de transacciones. A modo de ejemplo, posibles riegos podrían ser el pago de un precio excesivamente elevado, la tendencia futura del mercado o incluso la falsificación de la pieza.
¿Qué piezas pueden considerarse de mayor interés cuando el objetivo es la obtención de rentabilidad?
Parece que cuando el objetivo es obtener rentabilidad por una revalorización, optar por artistas noveles sin una trayectoria reconocida, a la espera de dicho aumento de valor con el paso de los años, podría resultar en un acierto. Por otro lado, piezas de más valor de artistas con cierta trayectoria podrían tener mejor movimiento en mercados de cesión o alquiler con bastante auge.
No obstante, como si de una cartera financiera se tratase, no parece recomendable concentrar toda la inversión en el mismo valor o, mejor dicho, en el mismo arte. Realizar una diversificación en base a tipos de arte, períodos, estilos o artistas sería de relevante consideración.
Fiscalidad
Otro de los factores importantes que se deberá tener en cuenta, al igual que en cualquier otro tipo de inversión, será la fiscalidad derivada de la adquisición de las piezas, así como de su futura transmisión o generación de rentas. Sin duda, podría tener implicaciones de índole internacional. No podemos descartar la interacción de los mercados del arte de otros países, no solo por la adquisición de las obras, sino por la cesión o transmisión de estas.
Analizar el acceso a beneficios fiscales, tanto por su tenencia como por la transmisión, puede hacer inclinar la balanza hacia un tipo de obra u otro, teniendo en cuenta la valoración, antigüedad o certificación y también el hecho de mantenerlas para el disfrute personal o cederlas para un disfrute colectivo. Una fiscalidad favorable contribuirá a la obtención de una rentabilidad superior sobre estas piezas, por lo que un análisis en este sentido resultará apropiado para la valoración de algunas piezas.
En resumen, la inversión en arte realizada de la mano de un experto con conocimientos del mercado, las tendencias, las transacciones y la fiscalidad resultará crucial para que la inversión resulte exitosa, sea cual sea la motivación que nos haya llevado a invertir.
Autora: Patricia Franco Giralt, directora de planificación patrimonial de Creand WM
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