“La IA puede ayudar a mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje y hacer ganar tiempo a los docentes”
La inteligencia artificial ha revolucionado por completo y en un periodo muy corto de tiempo la sociedad y, como consecuencia, también la educación. Como consecuencia, cada vez más docentes e investigadores han comenzado a estudiar sus múltiples posibilidades. Juan Miguel Muñoz es uno de ellos y ha participado (y coordinado) en el libro ‘Inteligencia Artificial en la Microeducación: Transformando el Aula del Futuro’ (ODITE), que nos adentra en los fundamentos de la IA y su aplicación en el ámbito educativo más cercano: el trabajo en el aula. Con él hemos analizado algunas cuestiones clave sobre la IA y sobre el futuro de la educación en general.
Pregunta: ¿Cree que la IA será la gran protagonista de la educación en los próximos años?
Respuesta: La gran protagonista es mucho decir. Queda mucho recorrido todavía para que la IA llegue a las aulas de manera extensiva, aunque se vislumbra un proceso más de capilaridad que ya ha comenzado y que será lento pero imparable.
Lo que sí me parece innegable es que está comenzando a ser una herramienta poderosa y que paulatinamente será cada vez más imprescindible para ayudar a mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje.
P: En el libro afirman que la IAE (Inteligencia Artificial Educativa) puede ayudar a dar solución a algunos de los problemas de los sistemas educativos. ¿A qué problemas y de qué manera?
R: Para mi el principal reto está en la enseñanza personalizada. Hasta ahora este tema ha sido una utopía: ¿cómo puede un docente atender a la diversidad de un aula con 20, 25 o 30 alumnos, en la que cada uno y cada una tiene talentos, necesidades, intereses, cultura, familia, estrategias de aprendizaje… diferentes? La IAE puede analizar el progreso, necesidades, fortalezas y debilidades de cada estudiante para adaptar actividades, materiales, estrategias y ritmo de aprendizaje de manera individualizada. Esto ayudará a superar las limitaciones de la educación tradicional de mismo currículum, misma lección, mismos ejercicios, misma atención… para todos.
Otro problema que puede solucionar es el tema del feedback y la evaluación, proporcionando retroalimentación detallada e identificando áreas de mejora. Esto alivia la carga de trabajo de los profesores y mejora el aprendizaje del alumnado. Y otra cuestión de la que nos quejamos los docentes es la cantidad de tareas administrativas a las que tenemos que atender. La IAE simplifica, agiliza y mejora la planificación de lecciones y el análisis de datos, permitiendo que los docentes se enfoquen más en la interacción directa con los estudiantes.
P: ¿Están los docentes preparados para los cambios que puede traer el uso de la IA en las aulas? ¿Y el alumnado?
R: A priori, los docentes son más temerosos y están más preocupados, mientras que el alumnado está ocupado utilizando y experimentando con la IA. En general, creo que hay una brecha significativa en ambos casos y que debe abordarse de manera urgente. Todavía hay muchos docentes que desconocen qué es la IA y cómo puede integrarse en el día a día del aula. Ese desconocimiento a veces se traduce en rechazo, y otras en angustia o desconfianza por enfrentarse a algo desconocido y que se oye y le lee continuamente en las conversaciones de café, en los periódicos, en la radio, en la TV, en Internet y que incluso puede amenazar su puesto de trabajo. Pero también hay algunos que lo ven como una oportunidad y creen que hay que aprovecharla al máximo y están comenzando a utilizarla como una herramienta que les facilita el trabajo y les ayuda a mejorar el aprendizaje del alumnado. Por todo ello es crucial que el profesorado comprenda que la IA está destinada a ser una herramienta de apoyo y no un reemplazo y las administraciones educativas deben asumir que hay una necesidad inexorable de formar a todo el colectivo docente para que sean capaces de integrar la IAE de manera efectiva en sus clases.
Por otro lado, al alumnado actual lo hemos definido como ‘nativos digitales’, porque a pesar de que tienen mucho que aprender sobre cómo aprovechar el potencial de la tecnología en general y de la IAE en particular para sus estudios, suele adaptarse más rápido al uso de nuevas tecnologías digitales. Pero, por el momento, van experimentando sin miedo y utilizando la IAE para obtener ayuda en la resolución de problemas, explicaciones de conceptos complejos, redactado y/o revisión de trabajos. También para la generación de imágenes, música, preparación de exámenes…. Sin embargo, en este punto hay que devolver la pelota a los docentes y a la necesidad de estar formados para utilizar la IAE, porque es importante que al alumnado se le enseñe a utilizar la IA de manera responsable, ética y como una herramienta de apoyo más que una solución definitiva y deben desarrollar habilidades de pensamiento crítico y aprendizaje autodirigido para complementar las posibilidades y hacer un buen uso de ella.
P: ¿Ayuda a mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje? ¿De qué manera?
R: Sin duda, creo que puede ayudar a mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje como ya hemos apuntado, pero podemos incidir en algunos ejemplos que evidencian esa mejora: los Sistemas de Tutorización Inteligente, que se basan en los algoritmos de IA que ofrecen instrucciones más eficientes al alumnado, adaptando el contenido al nivel de cada estudiante para mejorar la comprensión y la memoria del material educativo; o la calificación automatizada, en la que la IAE ayuda a evaluar automáticamente el trabajo de los estudiantes y sus respuestas a las preguntas abiertas. También proporciona los comentarios necesarios, acelerando el proceso de calificación y facilitando la retroalimentación.
P: Uno de los capítulos del libro versa sobre cómo el papel de la IAE se ha hecho indispensable a la hora de impulsar el desarrollo curricular. ¿Cómo ayuda a la creación de recursos? ¿Y a la evaluación del alumnado?
R: Gracias a la posibilidad de la IAE de analizar grandes cantidades de datos sobre el rendimiento de los estudiantes, los patrones de aprendizaje y la eficacia de los recursos existentes, el profesorado puede tomar decisiones sobre el diseño y la actualización de los planes de estudio. Mediante el aprendizaje automático, la IAE puede ayudar a identificar las áreas curriculares que necesitan ser reforzadas o reorganizadas para una mejor comprensión y retención y también tiene potencial para sugerir secuencias de aprendizaje óptimas y enfoques pedagógicos basados en el análisis de datos de los estudiantes.
En cuanto a la creación de recursos, la IAE ayuda a generar contenido educativo personalizado y adaptado a las necesidades y niveles de los estudiantes, como lecciones, ejercicios y materiales multimedia. Y respecto a la evaluación del alumnado, permite automatizar la calificación y evaluación de tareas, pruebas y trabajos de los estudiantes, ahorrando tiempo y esfuerzo a los docentes. También proporciona retroalimentación detallada y personalizada a los estudiantes sobre sus fortalezas y áreas de mejora.
P: ¿Y cómo puede favorecer el aprendizaje de los estudiantes con necesidades especiales?
R: Otra de las grandes aportaciones que nos trae la IAE es el tema de la accesibilidad, especialmente para el alumnado con necesidades especiales o con necesidades específicas de apoyo educativo. Un ejemplo de ello es la generación de contenido educativo adaptado, como subtítulos, audiodescripciones y adaptaciones para estudiantes con discapacidades visuales. Por otra parte, también puede identificar patrones de dificultades de aprendizaje y ayudar a los docentes a identificar áreas en las que se requiere apoyo adicional a través de interfaces adaptadas y tecnologías asistidas y muchas otras que la práctica diaria nos irá enseñando. En definitiva, la IAE, puede ayudar al Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) lo que puede mejorar significativamente la eficacia, la inclusión y la equidad en el proceso de enseñanza / aprendizaje.
P: ¿Cree que el uso de la IA permite que los docentes dediquen más tiempo a impulsar una enseñanza más interactiva y creativa? ¿Conoce algún ejemplo?
R: El uso de la Inteligencia Artificial Educativa (IAE) hace ganar tiempo al profesorado porque, por ejemplo, si se automatizan las tareas administrativas tendrán más tiempo para preparar sus temas de manera más atractiva e interactiva y diseñar actividades más creativas. Además, como la IAE ayuda a generar contenido personalizado de manera automática y rápida se libera a los docentes de tener que crear recursos desde cero para cada estudiante, permitiéndoles enfocarse en actividades pedagógicas más innovadoras y creativas.
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