Hemos acabado el mes con un signo negativo en los mercados, el SP500 perdiendo poco más de un -2% y el Stoxx600 con signo igualmente negativo de un -3,68%. El principal responsable de este turbulento mes es el tensionamiento en las curvas de tipos de las principales economías, el 10 años EE.UU. se situó casi al 5% y el de Alemania muy cerca del 3%. El nuevo frente geopolítico abierto en Israel ha generado inquietud y el miedo existente es que este pueda extenderse a otros países, lo que tendría un efecto directo en el precio del petróleo y podría poner en peligro el control de la inflación y poner más dificultados a las débiles economías occidentales. Otro efecto colateral de este conflicto es el temor a que la administración Biden no sea capaz de controlar su déficit, ayudar a Ucrania y a Israel puede ser una importante losa en sus cuentas. Adicionalmente en Noviembre finalizará la prórroga sobre el techo de deuda y va a ser necesario que vuelvan a llegar a un acuerdo, parece inevitable otra prórroga ya que no se ven posibilidades de acuerdo, sea como fuere, tenemos asegurado otro foco de nerviosismo.
Los meses que nos quedan para finalizar el año van a estar muy dependientes sobre todo en el campo geopolítico y por supuesto a los bancos centrales, aunque en este campo hay una sensación de que tanto el BCE como la FED yan hecho sus últimas subidas de tipos, los datos de inflación en Europa que se han conocido han sorprendido favorablemente a la baja, lo que quitará presión al BCE.
A nivel de estrategia, hemos seguido aumentando la duración en nuestras carteras recomendadas de renta fija, los niveles son muy atractivos y aunque a corto plazo hay mucha volatilidad, son posiciones que pueden asegurar un buen colchón de rentabilidad para los próximos años.
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