Frase popularizada elecciones Clinton vs Bush 1992.
En el momento de escribir este comentario aún no sabiamos la identidad del o de la Presidente de los EE. UU., Trump o Harris, en el orden que más les guste. Posiblemente cuando Vd. lo lea esa incógnita ya estará despejada, de ser así será buena noticia porque significará que la sucesión se hace con normalidad y que no se repita un esperpento como el de hace cuatro años.
Francamente, hablando desde un punto de vista de inversiones, nos da igual quien de los dos gane. El único punto que nos preocupa es que la sucesión se haga sin incidentes y de manera rápida sin poner en riesgo la estabilidad del país, ese es el mayor riesgo que vemos. Se ha escrito mucho sobre que los Republicanos favorecen más a los mercados que los Demócratas y en cada elección se anticipa la hecatombe si ganan los unos en vez de los otros. Históricamente no ha habido grandes diferencias para el mercado en función de que partido gane y esta vez no creemos que sea muy diferente, lo que puede cambiar son que sectores pueden verse más favorecidos con unos o con otros.
Esta frase “It’s the economy stupid” se popularizó durante la campaña que llevó a Clinton a derrotar a Bush (padre) a pesar de que este último gozaba de una gran popularidad después de su éxito en la Guerra del Golfo. Era una frase creada por los responsables de campaña del Sr. Clinton para tener enfocada la campaña en lo que realmente importaba, más de treinta años después, es una frase utilizada de forma corriente que aparece multitud de veces en informes económicos para recordar que es lo importante. Lo que queremos transmitir es que no nos preocupa en exceso los sueños de subidas generalizadas de impuestos de los demócratas, o como mínimo la hacen en la misma proporción que la preocupación por las amenazas de las subidas de aranceles que vendrían con el Sr. Trump. Al final, el objetivo de todo presidente es salir reelegido y cada uno a su manera tendrá la economía como su primer objetivo. Tanto Obama como Trump, en sus respectivos mandatos, convivieron con fuertes subidas en bolsa y no pueden ser más diferentes. Ambos candidatos tienen un reto común, como convivir con el fuerte déficit o bien hacen como todos, “patada hacia adelante” y cada año pedir un aumento del límite de deuda a las cámaras, lo que llevan haciendo desde hace 25 años. Este es el punto que preocupa al mercado y que puede ser un problema independientemente de la identidad del/de la próxim@ President@, por muy bien o mal que caiga cualquiera de los dos.
El mes de octubre ha sido bueno hasta los últimos días, pero el fuerte incremento en la intención de voto a favor de Trump puso nervioso a los mercados de renta fija que temen una curva de tipos más alta en su mandato, a eso añadir unos resultados de Meta, Amazon y Microsoft que el mercado valoró como menos buenos de lo esperado, todos estos factores provocaron que prácticamente el último día del mes se esfumaran las ganancias acumuladas durante el mes.
Una vez pasadas estas elecciones los mercados se centrarán en la inflación, la potencial recesión, la geopolítica, la situación económica en Europa, business as usual… De momento lo que podemos verificar y nos importa es que las compañías cotizadas siguen mostrando unos resultados empresariales por encima de lo esperado en un entorno sin recesión y con tipos a la baja, puede ser normal tener algo de volatilidad post electoral deshaciendo posiciones hechas antes de las elecciones, pero el factor electoral se irá calmando como siempre ha pasado. No perdamos de vista tampoco la geopolítica, que en cualquier momento puede ser un factor desequilibrante.
Jordi Martret
Dtor de Inversiones de Norz patrimonia
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