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bl0ckch41nnews:La banca de EEUU bate a la europea en Bolsa y sube un 107% desde 2008

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Visto en: http://rsocial.expansionpro.orbyt.es/

Las subidas de tipos de interés han catapultado en Bolsa a los bancos estadounidenses. Los grandes ya valen en Bolsa un 107% más que el día de la caída de Lehman Brothers. Eso a pesar de la tormenta bursátil que provocó el colapso de hasta cinco bancos regionales la primavera pasada. En cambio, la banca europea vale un 42% menos que en 2008, según el índice bancario del Stoxx 600. Pero las diferencias entre bancos es abismal: BNP suma 97%, y Barclays cae un 22,6%.

La mayoría de los grandes bancos americanos tienen una rentabilidad suficiente como para cubrir el coste de capital y eso explica que muchos estén cotizando por encima de su valor en libros, algo impensable en la banca europea. En España, el único que lo logra es Bankinter.

JPMorgan, el mayor banco de EEUU por activos, vale en Bolsa 434.451 millones de dólares. Se ha revalorizado un 487% en 15 años; cotiza a 1,49 veces su valor en libros, y su ROE (rentabilidad sobre recursos propios) es del 17%.

Bank of America sube en Bolsa un 38% desde el 15 de septiembre de 2008, con una ROE del 11%. Morgan Stanley cotiza a 1,50 veces su valor contable y acumula un avance del 272% en el mismo periodo. El único rezagado es Citi (ver gráfico).

El alto margen con el que intermedia la banca en EEUU (2,3 veces superior) es clave para presentar estas elevadas tasas de rentabilidad, que es hasta 1,7 veces superior a lo que sucede en la UE, según un estudio de Cunef.

La rentabilidad sobre recursos propios (ROE) llegó a ser 3,6 veces superior el año de la pandemia. Esta es una de las claves que explica por qué la banca europea cotiza por debajo de su valor en libros y la americana, no.

Distintos modelos

El modelo de negocio de la banca europea se basa en gran medida en la captación de depósitos y la concesión de créditos. La proporción de los créditos en el balance de las entidades europeas es diez puntos porcentuales superior a la de los bancos americanos.

Los banqueros europeos gestionan gran parte del riesgo de tipos de interés agrandando o encogiendo el tamaño de su cartera de deuda. El 11% de los activos bancarios en Europa son bonos soberanos. En EEUU, el peso es del 7,7%.

Otra diferencia sustancial es que la banca norteamericana es capaz de conseguir un mayor volumen de ingresos distintos al cobro de intereses vía comisiones, dividendos o plusvalías por la compraventa de negocios.

Además ha demostrado una capacidad para obtener ingresos mayor que la europea, gracias a que cobra por algunos de los servicios que son gratis aquí. Al otro lado del Atlántico es habitual que los bancos traspasen negocio hipotecario a las grandes agencias federales de titulización por grandes cantidades de dinero. Las titulizaciones son hasta diez veces mayores que en Europa. También influye el peso de la renta fija y renta variable (excluidos bonos soberanos) en sus balances, que casi duplica el de la banca europea.

Los grandes de Wall Street están muy escorados hacia la banca de inversión y eso les beneficia o perjudica en función de la evolución del ciclo económico. El negocio de mercados y asesoría de operaciones supone casi el triple que en Europa.

Un elemento clave es que los tipos de interés empezaron a subir en Estados Unidos antes que en la eurozona, engordando mucho antes por tanto el margen de intereses. Durante los largos años de tipos cero, el sector también exhibió mejores números que sus homólogos europeos.

En general, la banca norteamericana maneja mejor los gastos que la europea. La ratio de eficiencia es 2,3 puntos básicos mejor, según los datos recopilados por Cunef.

De hecho, la productividad de las plantillas es superior al otro lado del Atlántico, a pesar de que el número de empleados bancarios es muy similar (ver tabla adjunta). En EEUU están censados 4.706 bancos y en Europa, 2.516. El número de empleados, sin embargo, es muy similar.

Normativa

En EEUU, las exigencias de capital desde la crisis financiera se han multiplicado por dos, pero aún así son más laxas que en Europa, donde se han triplicado. Esto ha sido crucial. Donald Trump decidió hace cinco años abrir la mano con los bancos con balances inferiores a 250.000 millones de dólares y, desde entonces, están exentos de cumplir los requerimientos de liquidez y capital de la Ley Dodd-Frank. Aunque este factor ha pasado factura y explica de algún modo el colapso de Silicon Valley Bank.

En la Unión Europea, el requerimiento medio de capital se ha multiplicado por 2,75 veces desde 2008, y las entidades cumplen con holgura. Es la gran diferencia con la banca americana. Las entidades europeas son mucho más solventes. Además, su liquidez es un 60% superior al mínimo obligatorio.

En EEUU los niveles son mucho más ajustados.

Durante la larga etapa de tipos cero, la Fed no cobró ninguna penalización a las entidades por guardar su liquidez. El BCE, en cambio, aplicó un recargo del 0,4%. Según un estudio de la consultora AFI, el sector financiero europeo dejó de ganar 7.500 millones de euros anuales por esta vía. En ese período, además, los excesos de reservas estaban remunerados en EEUU.

Evidentemente, el rescate de la banca estadounidense con 700.000 millones de dólares apenas unos meses después de la quiebra de Lehman fue clave para limpiar los balances tras el agujero provocado por las hipotecas subprime.

Estados Unidos ha protagonizado fusiones de gran calado en el sector, especialmente tras la caída de Lehman.

Y eso ha sido fundamental para la rentabilidad del negocio gracias a las economías de escala.

JPMorgan absorbió Bear Stearns y Washington Mutual, mientras que Bank of America hizo lo propio con Merrill Lynch.

En Europa todavía no se ha producido ninguna fusión transfronteriza, pese a que el BCE empuja hacia ello. Los bancos no tienen incentivos para hacerlo.

Al contrario de lo que sucede en EEUU, la eliminación de los servicios centrales de una de las dos entidades que se integran en una fusión solo es posible dentro de un mismo país, porque no hay un fondo de garantía de depósitos común y muchas legislaciones internas son diferentes.

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