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Bl0ckch41nnewsPrincipales errores de la postura de seguridad

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Cada año presenta un nuevo conjunto de desafíos y oportunidades para
fortalecer nuestra postura de ciberseguridad. Es la naturaleza del campo: la
velocidad a la que los actores maliciosos llevan a cabo amenazas persistentes
avanzadas genera una batalla constante y en evolución por la resiliencia
cibernética.
La ilusión en ciberseguridad reside en esa adaptación y aprendizaje
continuo, estando siempre un paso por delante de las posibles amenazas.

Como profesionales de una industria que opera las 24 horas del día, esta
hipervigilancia se convierte en algo natural. Siempre estamos en un estado
constante de preparación, anticipando el próximo paso, adaptando estrategias y
contrarrestando amenazas. Sin embargo, sigue siendo igualmente crucial estar
al tanto de las vulnerabilidades más comunes que afectan las posturas de
seguridad en este momento. ¿Por qué? Conocer estos puntos débiles no se trata
sólo de defensa; se trata de garantizar una continuidad empresarial sólida e
ininterrumpida en un entorno donde los riesgos siempre están a la vuelta de la
esquina.

La importancia de evaluar periódicamente su postura de seguridad

El camino para construir una postura de seguridad ciberresiliente comienza con
la identificación de las vulnerabilidades existentes. Según el
informe Tripwire, cuando se le pregunta a una empresa sobre la visibilidad de sus
vulnerabilidades, menos de la mitad de los profesionales de la ciberseguridad
afirman tener una visibilidad alta (35%) o completa (11%). En el mejor de los
casos, más de la mitad de las organizaciones (51%) sólo tienen una visibilidad
moderada de sus vulnerabilidades.

Las evaluaciones periódicas son una de las principales formas de evaluar la
postura de seguridad de su organización y obtener la visibilidad que necesita
para comprender dónde están los riesgos. Estas evaluaciones revisan
exhaustivamente las prácticas e infraestructura de ciberseguridad de su
organización y pueden variar en alcance y frecuencia según las necesidades de
su organización y la madurez de su programa de riesgos.

Cuando se trata del programa de gestión de vulnerabilidades, la mayoría de las
empresas cuentan con un programa de este tipo. Según la encuesta, una gran
mayoría de las organizaciones (71%) tienen un programa formal interno de
gestión de vulnerabilidades. Pocas organizaciones (12%) tienen solo programas
informales ad hoc, el 8% tienen programas administrados por terceros y el 9%
no tiene ningún programa.

Madurez de seguridad y frecuencia de pruebas

Este nivel se distingue por el análisis de riesgos y la priorización en el
entorno:

  • NIVEL 0: Sin programa de gestión de vulnerabilidades.
  • NIVEL 1 – Escaneo: sin análisis ni orientación de remediación.
  • NIVEL 2 – Evaluación y cumplimiento: estrategia estructurada con
    evaluaciones periódicas del cumplimiento y las mejores prácticas. Procesos
    establecidos.
  • NIVEL 3 – Análisis y priorización: análisis más allá del ranking CVSS; La
    priorización de las amenazas está determinada por el riesgo específico del
    entorno de TI individual.
  • NIVEL 4: Gestión de ataques: utiliza datos de pruebas de escaneo para
    identificar cómo un ataque de amenaza podría moverse a través del sistema.
  • NIVEL 5 – Gestión de riesgos empresariales: un programa de gestión
    completamente desarrollado que tiene en cuenta todo el entorno, analiza
    datos de escaneos de vulnerabilidades y pruebas de penetración, examina
    métricas para identificar tendencias y utiliza procesos mejorados y técnicas
    de remediación.

Aparte de esto, cuando se trata de capacidades de gestión de
vulnerabilidades, la encuesta encontró que la evaluación de vulnerabilidades
(70%) encabezó la lista. Le siguen el descubrimiento de activos (66%), el
escaneo de vulnerabilidades (63%) y las funciones de gestión de riesgos
(61%).

De acuerdo a estas estrategias se puede medir la madurez de la organización:

  • Estrategia inmadura o sin riesgo: las evaluaciones no se realizan con una frecuencia continua o se realizan de forma ad hoc.
  • Estrategia de riesgo emergente o ad hoc: las evaluaciones se realizan con cierta frecuencia, generalmente trimestral o mensual.
  • Estrategia madura o establecida: las evaluaciones se realizan de forma continua, generalmente mensualmente.
  • Estrategia avanzada: las evaluaciones periódicas están integradas en el programa general de riesgos y se realizan mensual o semanalmente, según el tipo de prueba.

Frecuencia de prueba sugerida por marco común

  • NIST CSF: Las pautas del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST)
    varían de escaneos trimestrales a mensuales, según las pautas específicas
    del marco rector.
  • PCI DSS: El Estándar de seguridad de datos de la industria de tarjetas de
    pago (PCI DSS) exige análisis trimestrales.
  • HIPAA: La Ley de Responsabilidad de Protección de la Información de Salud
    (HIPAA) no requiere intervalos de escaneo específicos, pero enfatiza la
    importancia de una estrategia de evaluación bien definida.

Tipos de evaluaciones periódicas

  • Escaneos de vulnerabilidad
  • Pruebas de penetración
  • Simulaciones de infracciones y ransomware
  • Escaneos de reputación de seguridad
  • Análisis de impacto empresarial
  • Evaluación de la postura de seguridad
  • La realización de evaluaciones de forma rutinaria permite a su organización
    identificar de forma preventiva posibles amenazas y vulnerabilidades de
    seguridad, de forma muy similar a los controles preventivos de salud para la
    ciberseguridad de su organización.

Las 6 principales vulnerabilidades

Ahora, exploremos las vulnerabilidades que se encuentran comúnmente durante
estas evaluaciones periódicas de la postura de seguridad y su impacto
potencial en la integridad de la seguridad de su organización.

1. Brechas en el programa de gestión de vulnerabilidades

Un programa estructurado de gestión de vulnerabilidades es la piedra angular
de la ciberseguridad proactiva para su organización. Sirve como radar de su
organización para identificar y abordar rápidamente las debilidades de
seguridad. Las organizaciones que carecen de un programa de este tipo se
exponen a riesgos importantes, como una mayor exposición a vulnerabilidades
conocidas, una gestión de parches ineficiente y una capacidad reducida para
priorizar las vulnerabilidades críticas.

2. Deficiencias en Detección y Monitoreo

Los sistemas de detección inadecuados pueden dejar a su organización ciega
ante las amenazas en curso, permitiendo a los atacantes operar sin ser
detectados durante períodos prolongados. Sin sistemas de detección adecuados,
como sistemas avanzados de detección de intrusiones (IDS) o soluciones de
gestión de eventos e información de seguridad (SIEM), existe el riesgo de que
la detección de amenazas se retrase o se pierda, aumente el tiempo de
permanencia de los atacantes y un mayor potencial de filtración de datos.

Para mejorar este aspecto, es crucial introducir herramientas y estrategias de
seguimiento avanzadas. Implementar tecnologías de respuesta y detección de
amenazas de última generación, utilizar análisis de comportamiento para la
detección de anomalías y realizar ejercicios de búsqueda de amenazas son
algunos de los enfoques clave para mejorar las capacidades de detección.

La ausencia de tales medidas retrasa la identificación de amenazas y
obstaculiza la capacidad de responder de manera efectiva y oportuna.
Implementar un sistema de detección y monitoreo sólido y completo es esencial
para mantener una defensa sólida contra las ciberamenazas en evolución. Esto
incluye actualizar y perfeccionar continuamente las metodologías de detección
para mantenerse a la vanguardia de los últimos vectores y técnicas de ataque
utilizados por los ciberdelincuentes.

3. Falta de políticas y procedimientos

Las organizaciones necesitan políticas y procedimientos formalizados de
ciberseguridad para gestionar eficazmente los riesgos de seguridad. Sin esto,
existen numerosas consecuencias, incluidas prácticas de seguridad
inconsistentes en todos los departamentos, capacidades de respuesta a
incidentes debilitadas, dificultad para garantizar el cumplimiento de las
regulaciones y una mayor exposición a consecuencias legales, regulatorias,
financieras y de reputación.

Elaborar e implementar políticas de seguridad integrales implica desarrollar y
documentar estas políticas con claridad, garantizar que se comuniquen de
manera efectiva a todos los empleados y educarlos sobre la importancia del
cumplimiento.

Se necesitan revisiones, actualizaciones y adaptaciones periódicas de estas
políticas para mantener el ritmo de la evolución del panorama de las amenazas
cibernéticas. Esto también garantiza que las medidas de ciberseguridad de la
organización sigan siendo relevantes y efectivas. Además, contar con un
conjunto de procedimientos bien definidos ayuda a estandarizar las respuestas
a incidentes de seguridad, lo que ayuda a minimizar el impacto y acelerar los
tiempos de recuperación en caso de una brecha.

4. Prácticas de prueba inadecuadas

Las pruebas periódicas de los sistemas de seguridad y los planes de respuesta
a incidentes son vitales para identificar debilidades y garantizar la
preparación para ataques del mundo real. Esto incluye realizar pruebas de
penetración periódicas para descubrir vulnerabilidades, crear, practicar y
ajustar planes de respuesta a incidentes y participar en evaluaciones de
seguridad de terceros. No se puede subestimar la importancia de las pruebas
periódicas, ya que no solo ayudan a identificar vulnerabilidades antes de que
lo hagan los atacantes, sino que también evalúan la eficacia de los controles
de seguridad existentes.

Además, las pruebas periódicas garantizan una respuesta rápida y eficaz a los
incidentes, mitigando posibles daños de forma proactiva. Esta práctica es
crucial para mantener una postura de ciberseguridad actualizada y resiliente,
capaz de defenderse contra las últimas amenazas a la seguridad. La
colaboración con expertos externos para las evaluaciones aporta una
perspectiva externa, que a menudo descubre puntos ciegos que los equipos
internos podrían pasar por alto.

5. Capacitación y Concientización

El personal insuficientemente capacitado puede introducir vulnerabilidades sin
darse cuenta y hacer que una organización sea más susceptible a los ataques.
El problema de una formación insuficiente provoca configuraciones erróneas,
errores humanos y falta de reconocimiento y respuesta a las amenazas, lo que
reduce la eficacia de los controles de seguridad. Para abordar esto, son
cruciales enfoques para la capacitación en concientización sobre seguridad.
Proporcionar capacitación continua en ciberseguridad, fomentar el desarrollo
profesional y las certificaciones y fomentar una cultura de concienciación
sobre la seguridad son medidas clave.

Estas iniciativas de capacitación ayudan a garantizar que el personal de todos
los niveles esté equipado para identificar y responder a las amenazas a la
seguridad de manera efectiva. Al mantener a la fuerza laboral informada y
vigilante, las organizaciones pueden reducir significativamente el riesgo de
infracciones causadas por errores humanos. Este enfoque proactivo para la
capacitación del personal es un componente crítico de una estrategia integral
de ciberseguridad.

Adopción e implementación del marco

Seleccionar y adherirse a un marco de ciberseguridad es crucial para las
organizaciones que buscan establecer un enfoque estructurado de seguridad. La
necesidad de marcos radica en proporcionar una hoja de ruta clara para la
seguridad, garantizar la alineación con las mejores prácticas de la industria
y facilitar el cumplimiento de las regulaciones. El proceso recomendado para
la selección del marco implica evaluar las necesidades específicas y la
tolerancia al riesgo de su organización, elegir un marco adecuado (por
ejemplo,
NIST Cybersecurity Framework) y personalizarlo para que se ajuste a los requisitos únicos de la
organización.

La adopción e implementación del marco proporciona un enfoque estructurado y
metódico para gestionar los riesgos de ciberseguridad. También ofrecen pautas
para establecer protocolos y medidas de seguridad sólidas, mejorando así la
postura de seguridad general de una organización. La personalización del marco
elegido garantiza que se alinee perfectamente con las necesidades de seguridad
específicas de la organización, los estándares de la industria y los
requisitos reglamentarios.

Apetito y comprensión del riesgo

Comprender el apetito por el riesgo de su organización e integrarlo en su
estrategia de ciberseguridad es esencial para una gestión de riesgos eficaz.
Determinar el nivel de riesgo que su organización está dispuesta a aceptar
varía de una organización a otra e influye en la toma de decisiones y la
asignación de recursos. Esta comprensión del apetito por el riesgo es crucial
para alinear los esfuerzos de ciberseguridad con la tolerancia al riesgo de la
organización y priorizar las medidas de seguridad basadas en evaluaciones de
riesgos.

El riesgo informa la estrategia, y es necesario mantener una vigilancia
continua para monitorear la evolución de los riesgos y adaptar las estrategias
de seguridad en consecuencia. Este enfoque garantiza que las medidas de
ciberseguridad no solo sean reactivas sino proactivas, anticipando amenazas
potenciales y mitigándolas antes de que se materialicen. Al comprender y
gestionar el riesgo de forma eficaz, las organizaciones pueden crear una
postura de ciberseguridad sólida y resiliente adaptada a sus necesidades
específicas y niveles de tolerancia al riesgo.

Mitigar las vulnerabilidades identificadas

Ahora que hemos examinado minuciosamente estas vulnerabilidades comunes, es
fundamental comprender cómo priorizar su resolución en función de la gravedad
y el impacto potencial. El primer paso es obtener más visibilidad de las
vulnerabilidades de su organización. Una vez identificadas, puede priorizar
estas vulnerabilidades de manera efectiva para mitigarlas.

Para mitigar estos riesgos, se sugiere implementar un marco aceptado por la
industria como NIST CSF, CIS o SANS. Estos marcos guían a las organizaciones
en el establecimiento de prácticas sólidas de ciberseguridad e implican
evaluar las medidas de seguridad actuales en comparación con los estándares
del marco, desarrollar e implementar políticas apropiadas y garantizar la
capacitación regular del personal para la concientización. El monitoreo y la
mejora continua son clave, ya que permiten identificar y rectificar
oportunamente las brechas y vulnerabilidades de seguridad.

La ciberseguridad no es un esfuerzo único; es un compromiso continuo para
proteger los activos y la reputación de su organización. Al abordar estas
vulnerabilidades comunes reveladas en las evaluaciones de la postura de
seguridad y mantenerse alerta, puede fortalecer su postura de seguridad y
reducir el riesgo de ser víctima de ataques cibernéticos.

Fuente:
THN



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