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¿Mal uso de datos? ¡Blockchain es la respuesta!

Se trata de una tecnología que ofrece transparencia tal que, con ella, los usuarios siempre tendrán el poder sobre la forma en que sus datos se propagan en la web.

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El uso de datos de los usuarios por parte de grandes compañías como Facebook se encuentra en el ojo del huracán, así como las políticas de privacidad que estos portales utilizan. Muchos expertos han lanzado teorías sobre cómo solucionar la problemática, y una muy interesante es la que nombra el uso de la tecnología de blockchain como potencial respuesta contra la fuga de información.

Y es que el blockchain es una solución para esa especie de lucha en la que están enfrascados los usuarios de redes sociales. Mitch Steves, uno de los tantos analistas que han teorizado al respecto, dice que en un futuro cercano ya no será necesario ceder información a plataformas como Facebook, y que la idea es que se pueda compartir una foto específicamente con la gente que uno desee. Eso, y darle seguimiento y asegurarse de que no se comparta con alguien más con acceso a la información. “Para eso es el blockchain”, explica el experto.

Claro, acá hablamos de un desarrollo que no ha penetrado del todo en la tendencia de uso en las redes sociales. Mientras, sin embargo, estas alternativas con base al blockchain sí que se dejan ver en redes de citas y hasta en instituciones financieras. Y es que la tecnología ofrece tanta transparencia que, al final, los usuarios siempre tendrán el poder sobre la forma en que sus datos se propagan en la web.

Steves da el siguiente ejemplo: “Digamos que Facebook decidió vender tu foto a algún anunciante. Con el blockchain serías capaz de ver que esa transacción sucedió, pero no serías capaz de impedir que la transacción ocurriera en primer lugar. Ese es uno de los problemas”. Y lo es porque, en la actualidad, las personas que usan la red social de Mark Zuckerberg están obligadas a proporcionar información personal y contenidos a la plataforma.

Ergo, la compañía tiene el derecho absoluto sobre esa información, pudiendo compartirla con terceros sin autorización alguna de los usuarios. Eso se vio recientemente con el caso Cambridge Analytica, compañía de procesamiento de datos para campañas electorales que tomó los datos de 50 millones de usuarios de Facebook en Estados Unidos y creó publicidad personalizada para favorecer a Donald Trump en los comicios presidenciales de ese país en 2016.

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