Como siempre, el Super Bowl LVII fue uno de los eventos deportivos más grandes de Estados Unidos del año, con todas las entradas agotadas por más de 70,000 fans y aproximadamente 113 millones de personas viendo el partido en todo el país.
Si bien fue un evento masivo con miles de millones de dólares en actividad económica y un campeonato en juego, también fue un objetivo prominente para los ciberdelincuentes, convirtiendo a Cisco en el MVP del partido detrás de las camaras.
Garantizar la seguridad del evento deportivo en vivo más grande de Estados Unidos no es tarea fácil. Ya que es un objetivo atractivo para ciberdelincuents.
La NFL y su socio oficial de ciberseguridad, el gigante tecnológico Cisco, crearon la mejor estrategia de juego.
No se trataba solo de proteger la tecnología que transmite el juego a millones de hogares, sino también de proteger cada punto de interacción que experimentarán los fans, desde las casetas de comida sin efectivo hasta la pantallas del estadio.
De hecho, el Estadio está lleno de pantallas y esto podría ser un gran cartel publicitario para algún delincuente.
Si un hacker toma el control de la pantalla y anuncia una falsa amenaza de bomba a un estadio lleno, se produciría el caos.
La ciberseguridad, por lo tanto, va más allá de la protección de datos y dispositivos; se extiende a la seguridad física de cada jugador, miembro del personal y fans.
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